Ilustración: Lucas Viñoli Knuser
TITULITIS. Empecé esta nota como "¿Tenía Truman Capote...", después preferí cambiar. El ruido por el título de "Socioanalista" de Graciela Villar es interesante como muestra, porque algunos dicen que eso desmiente la información de que tiene formación académica en psicología social.
Estudié en TAIGO, la misma institución en que estudió Graciela Villar, los mismos cuatro años. Presenté una monografía de grado y obtuve el mismo título, Socioanalista, entendido en el sentido de análisis institucional de la escuela de René Lourau. La currícula de estudios incluía la psicología social fundada por Enrique Pichon Rivière. La práctica de las clases se basaba en la dinámica de grupos que ese investigador introdujo no solamente en la enseñanza, también en el trabajo colectivo e incluso en el deporte; hay de él un trabajo de investigación sobre la "máquina" de River. TAIGO quiere decir Taller de Análisis Institucional y Grupos Operativos.
Repaso la información dada sobre la formación académica de Graciela Villar y no encuentro ningún error o falsedad. Dentro de aquellos estudios se incluía la sociología materialista de Pierre Bourdieu (como también el materialismo histórico, el psicoanálisis freudiano, lacaniano, kleniano, el sicodrama de Moreno, la epistemologìa de Bachelard... había que estudiar; y también hacer investigación y trabajo de campo, y trabajo en grupos). Bourdieu tiene un ensayo sobre los títulos académicos referido a su origen en los títulos nobiliarios y su función como "papel moneda" del conocimiento. ¿Tienen estos periodistas que han salido a hablar de este tema, títulos de periodista?
¿Tenía Jorge Chebataroff título de geógrafo? ¿Arnaldo Gomensoro de sexólogo? A los pioneros les pasa. Norbert Wiener no tenía título en ingeniero de sistemas, Alan Turing tampoco. Precisamente la ventaja intelectual de Wiener era su formación no formal en ciencias sociales que le vino por su padre filólogo.
Marx no tenía título de economista. Cuando cita de memoria a Dante y se equivoca, y pone "Segui il tuo corso, et lascia dir le genti" en vez de "Ven dietro me et lascia dir le genti" comete lo que puede interpretarse como "lapsus" freudiano. La frase de Dante era lo que supuestamente le dijo Virgilio, que lo siga, pero Marx iniciaba el camino y no tenía un profe a quien seguir para obtener un título. Pero lo que quiso decir era muy claro: no necesariamente se adhiere a las creencias populares, a veces las combate y continuará su lucha incluso si la mayoría de la gente se opone.
Por supuesto, al declarar los antecedentes y formación hay que decir la verdad. Graciela la dijo, algunas hienas interpretaron lo que les pareció, pero es problema de ellos. En aquel tiempo no todos esos estudios estaban integrados a la carrera universitaria de psicólogo, porque no siempre una carrera universitaria es pionera. Tengo dos títulos en instituciones privadas en sistema operativo UNIX (sistema operativo totalmente desarrollado por estudiantes, antes de tener ningún título) del tiempo en que en Facultad solamente se enseñaban los sistemas operativos de la IBM.
Lo interesante aquí es precisamente el papel de los periodistas, que no investigan nada y largan los bolazos. Oscar Masotta, el argentino que introdujo el análisis lacaniano en español, tuvo que pelear para que los analistas fuesen reconocidos sin tener el título de médico. Era un almapodrida en el buen sentido. Le tendió una alevosa trampa al presidente de la Asociación Psiconalítica Argentina (Rodrigué) publicando una nota sobre un sueño de Anna Freud sobre las frambuesas asociando esto con su padre. Freud / frambuesa. Lástima que Anna Freud soñaba en alemán y no español, se apuró a caerle Rodrigué, y el almapodrida de Masotta lo destrozó con una respuesta que ya tenía preparada en que había comprobado el parecido de la palabra frambuesa con Freud en alemán y en otra media docena de idiomas europeos. Y se pregunta cómo puede ser que Rodrigué no verificase eso, si no tenía un deseo inconsciente de ser golpeado (esa nota se llama "Pegan a un psicoanalista", aludiendo al ensayo de Freud "Pegan a un niño")
No creo que haya sido la intención de Graciela Villar tender una trampa a los periodistas lengualargas, pero si así fue la aplaudo. Hay veces que los golpes bajos están bien.
*Fernando Moyano.