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Andrés Palermo*

"En Uruguay con tener un celular, una moto y/o bicicleta ya podes empezar a trabajar en estas a


Ilustración: appexplotación.com, Laura Becerra, 2018.

El Sindicato Único de Repartidores empezó a organizarse hace un año entre un pequeño grupo de trabajadores que veían las constantes irregularidades que pasaban día a día todos los repartidores de Montevideo y del interior del país. A medida que esta organización empezó a crecer, también empezaron los problemas con las empresas al enterarse que este grupo de trabajadores tenían como fin la creación de un sindicato. Nuestros compañeros empezaron a ser despedidos de sus lugares de trabajo, y aquellos que se quedaron los hacían trabajar menos horas a la semana, tratando de que se vayan. Esto generó que muchos de nuestros compañeros se fueran alejando del rubro para encontrar otra fuente de ingresos, y al ser pocos no teníamos la fuerza suficiente para ponerle un freno a esta forma de persecución sindical, pero con el paso del tiempo esto se fue agrandando rápidamente.

Entre reuniones en espacios públicos o casas de compañeros, se decidió empezar la creación de nuestro sindicato. Las reuniones eran todos los fines de semana a las 00:00 hs en la plazoleta de Soca y Rivera, y este movimiento empezó a llamar la atención de todos los repartidores que pasaban por la zona y se acercaban a saber qué pasaba, por qué tantas motos juntas a las doce de la noche. Hoy en día las reuniones de directiva se hacen gracias a la ayuda de la comisión de la plaza N° 1 que nos presta de forma gratuita sus instalaciones para llevar adelante los encuentros.

En todas las reuniones discutimos sobre los problemas con los cuales convivimos todos los días de trabajo: la alta informalidad, los accidentes, los despidos, los bajos sueldos, entre otros. En una de las primeras asambleas se decidió votar un consejo directivo para que estos representaran a todos los repartidores del Uruguay, saliendo electo presidente, vicepresidente, secretario, tesorero y demás integrantes. Hoy en día somos alrededor de trescientos afiliados entre Montevideo e interior del país, y tenemos grandes expectativas de llegar a fin de año con mil afiliados. Esto es un pequeño resumen de la pequeña pero gran historia que comenzamos todos los repartidores a escribir como trabajadores.

Nuestros objetivos son básicamente los que tiene cualquier trabajador en la actualidad: la regulación del trabajo, sueldos dignos, aportes totales, bajar la tasa de siniestros y obtener un lugar dentro de los consejos de salarios, entre otros puntos. Actualmente un repartidor está ganando alrededor de 75 a 100 pesos la hora. Nosotros tenemos que poner el vehículo, la nafta, el mantenimiento, seguros del vehículo, siendo de los pocos trabajadores que tenemos que invertir para poder trabajar. El 80% de los repartidores trabaja en la informalidad, sin aportar al BPS o aportando por el mínimo, es decir, de 26 días trabajados aportan solo 3 o 4. A su vez, los bajos sueldos nos dificultan tener el vehículo en condiciones óptimas para poder realizar la tarea, comprar cubiertas, nafta, luces y otros gastos. Esto conlleva a que nuestro ingreso real sea en base a la propina. Vivir de la propina genera que tengas que hacer una mayor cantidad de pedidos para tener una remuneración que permita llevar el plato de comida al hogar. Por esta razón, el incremento de horas de trabajo puede explicar que, de cada 10 accidentes en los que participan motos, entre 5 y 6 son repartidores. No justificamos que se incumplan las normas de tránsito, pero hay varios factores que influyen en esto como mencionamos anteriormente. Además de la propina, tanto el cliente como el empleador quieren que el pedido llegue lo más rápido posible, por lo que se trabaja con presión de los dos lados, y si a esto le sumamos nuestra necesidad de tener que hacer más pedidos para aumentar nuestro ingreso, las condiciones de trabajo empeoran y el riesgo físico se incrementa.

En los primeros días del mes de mayo tuvimos la visita de ASIMM (Asociación Sindical de Motociclistas Mensajeros y Servicios), con lo cual se empezó a crear la Confederación Internacional de Sindicatos de Repartidores. Cambios de ideas y formas de trabajos son los puntos clave para la implementación de la formación y la capacitación de los repartidores para lo que hoy en día es un trabajo de alto riesgo. El repartidor trabaja bajo lluvia, viento, contra las inclemencias meteorológicas, arriba de un bi rodado y con el alto tránsito que hay en la ciudad.

Se han mantenido reuniones en el MTSS, en un comienzo con Gerardo Rey (ex Inspector General del MTSS), hoy en día tenemos comunicación con su sucesora Cristina Demarco, llegando siempre al mismo objetivo de regulación del sector y ls apertura de un grupo para los repartidores en los consejos de salario. Además de esto, fuimos llamados a la comisión de legislación del trabajo del parlamento, la cual integra Luis Puig, entre otros, y siempre apostando a los mismos puntos: regulación y consejos de salarios. Tenemos el apoyo de Fuecys, del Pit Cnt y de agrupaciones sindicales para que esto llegue en el menor tiempo posible a ser un trabajo digno como los es en cualquier rubro de comercio y servicios.

Hoy en día hay tres formas de ser repartidor: los que trabajan contratados directamente para el local, los servicios tercerizados (en donde una empresa de cadeterias le brinda el servicios de repartidor al local), y la última son las App.

El trabajador que es contratado por un local es el que puede estar en mejores condiciones laborales (el 70% está en regla), pero son los que menos cantidad hay hoy en día.

La empresa de cadeteria les brinda el servicio a estos locales, contando con un alto grado de informalidad. Estas empresas, en vez de competir por un buen servicio, compiten por quien es el que paga menos. Aquí es donde empiezan las grandes irregularidades, el trabajo informal y el aporte mínimo sobre sueldos ya sumergidos.

Las app son lo último y más precario que puede haber. A todas las dificultades anteriormente mencionadas, se le suma que para poder trabajar tenes que abrir una mini empresa. A este modelo de relación laboral lo denominan "socio-colaborador". En todas partes del mundo han salido fallos judiciales y laborales estableciendo que hay una relación de dependencia entre repartidores y las App, lo cual implica que, lejos de ser "socios colaboradores", los repartidores son empleados.

En Uruguay con tener un celular, una moto y/ o bicicleta ya podes empezar a trabajar en estas aplicaciones, no te exigen la unipersonal abierta, ni carné de salud ni motos en condiciones, NADA. Solamente siguiendo tres pasos podés estar trabajando en estas App: descargar la App, llenar un registro, ir a una charla informativa, comprarte tú mismo la indumentaria y la mochila. Con estos tres pasos ya podés trabajar en uno de los empleos con mayores irregularidades del siglo XXI. La extrema irregularidad se expresa de manera tal que no tienes aportes, ni licencia, ni salario vacacional, y además, las app tienen la potestad de bloquearte la cuenta y que no puedas trabajar más para estas. Por eso nuestra lucha está centrada en no perder los derechos laborales y frenar la superexplotación para tener un trabajo digno y bien remunerado a nuestro rubro.

* Integrante del Sindicato Único de Repartidores

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