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Hemisferio Izquierdo

"Estoy convencido de que las bases del sistema cooperativo en la medida en que se implanten, so


Foto: FUCVAM.

Hemisferio Izquierdo: A 50 años de la Ley de Vivienda y 10 años de la Ley de Ordenamiento Territorial, nos propusimos reflexionar sobre la cuestión de la vivienda y el derecho a la ciudad ¿Cómo describirías la situación de la vivienda en el Uruguay de hoy?

Jorge Díaz: La situación de la vivienda hoy en el Uruguay lamentablemente sigue teniendo el problema de déficit habitacional igual a lo que teníamos en los años 90. Osea el déficit sigue estimado en unas 80.000 viviendas más menos, esa es la situación.

Hay que reconocer que se ha avanzado mucho en los últimos tiempos en el tema de buscar soluciones de vivienda, pero el problema que está dado es que los sectores donde se genera mayor cantidad de hogares es en las periferias, en los asentamientos, tanto en la ciudad como en el área metropolitana y ahí es donde no ha habido respuestas.

A nosotros nos preocupa enormemente ese crecimiento de la población para ese lado. Y en contraposición a esto, tenemos el problema del vaciamiento de la ciudad consolidada. Más allá del tema de la necesidad de vivienda, de mantener el stock y de generar la vivienda para sectores en donde se necesita más, que eso repito, no se ha logrado poder enfocar, se está creando una grieta muy grande en la sociedad y eso trae aparejado luego otros problemas. El problema de la salud, de la educación y de la seguridad, está todo vinculado en ese aspecto.

Creemos que en este tiempo las soluciones a los problemas habitacionales, si bien se han tenido medidas como el Plan Juntos, el fomento a las cooperativas de vivienda -en el último periodo muy importante-, la mal llamada “Vivienda de interés social”, no han sido acertadas.

Las “Vivienda de interés social” en sus inicio fue una serie de exoneraciones a empresas para que haya inversores para poder poblar el centro de la ciudad. Eso ha quedado por el camino porque no se tuvo en cuenta el ponerle topes o controles. Hoy las viviendas que se construyen bajo esta modalidad, qué son las mismas que se construyen por el sistema cooperativo porque el metraje es el mismo, en el sistema “promovido” cuestan el doble. Para poner un ejemplo de lo que está pasando.

La lectura que hacemos de esto es que se enmascaró una situación que era de favorecer al inversos y al capital y a su vez apropiarse por parte de estos sectores de un botín muy importante que son los recursos del subsidio del estado.

Cuando empezó esto el nombre dado fue “Vivienda de interés social” y todo un trabajo apuntaba a que esto era un problema justamente de reforzar las políticas de vivienda en el país, no solamente por lo que se podía invertir por parte del estado, sino también por parte del capital extranjero. Esa inyección podía atender a un sector de trabajadores con un ingreso medio y el estado enfocarse en atender a los sectores más bajos. Esa fue la idea que se vendio.

Cuando se estaba discutiendo esto en el parlamento, la FUCVAM planteó dos cuestiones. Una era que había que tener mucho cuidado con dejar esto librado a la especulación financiera nada más y no ponerle topes. Porque lo que podía pasar era un boom inmobiliario, donde estas viviendas iban a apropiarse de las exoneraciones para el beneficio del capital pero que después no se iba a ver reflejado en el precio a la venta. Qué fue lo que pasó.

Segundo, que era injusto todo este tema de subsidios porque en definitiva al sistema cooperativo por ejemplo, que tiene que pagar el iva (y no tiene retorno) no solamente de los materiales sino del Instituto de Asistencia Técnica (IAT), encareciendo en un 20% más el coste de la vivienda. Dijeron que después, en un ley más adelante iban a poder reparar esto pero que no se podía mezclar las dos cosas porque primero había que sacar esto.

Después con el tiempo, cuando empiezan las críticas y se cambia la denominación de “Vivienda de interés social” y se pasa a llamar “Viviendas Promovidas”, se plantea que lo que se busca con esto es promover el empleo. Entonces definimos que es lo que queremos hacer. Si es para solucionar vivienda bueno, ahí hay que tener una política de inversión para garantizar una ganancia lógica al inversor, pero poniendo topes y dirigiendo hacia donde va esa vivienda. Si estamos hablando de empleo, bueno habria que ver en una política de este tipo que es lo que mueve más empleo y ocupa más gente; si es la construcción de obras y edificios o también puede ser infraestructura, carreteras, hospitales, escuelas.

Se ha buscado darle distintos nombres a esto pero en definitiva lo que se hace es promover, sacándose responsabilidades el estado y trasladándose al privado. Lo que es con otro nombre y en otro orden lo que está pasando con las PPP (Participación Público Privadas). Lo que termina siendo es que el estado termina subsidiando, porque nadie va a sostener que haya una serie de edificios vacíos y gente sin vivienda. La presión social va a ser muy grande entonces van a dar facilidades para que la gente puede ingresar a esas viviendas.

La cuota resultante de estas viviendas de dos dormitorios por ejemplo, es de 29.000 pesos por me. Nadie lo puede pagar, entonces qué va a pasar, le van a subsidiar el 50%, vas a pagar unos 14.000 pesos que bueno, una familia con empleo, con un esfuerzo puede pagarlo, y el otro 50% lo subsidia el estado. No solamente que se está dejando de recaudar por la vía de no recoger impuestos sino que después el estado va a terminar pagando una vivienda más, que es lo que hoy no puede.

Esto lo que ha sido es una gran apropiación del capital financiero que ha visto un lujo de especulación y lucro. Eso es lo que está pasando lamentablemente, ojala me equivoque, pero esto es lo que advertimos en el 2011 cuando se estaba promocionando esta ley. Y paso a paso se va cumpliendo.

Hemisferio Izquierdo: ¿Cuáles son las perspectivas y estrategias como organización? ¿qué tareas y los desafíos se plantean?

Jorge Díaz: Las políticas de vivienda básicamente se tiene que encaminar, en el caso del área metropolitana de Montevideo, en una política muy fuerte de repoblar la ciudad y densificar.

La ciudad de Montevideo no se puede dar el lujo de seguir extendiéndose por la población que tenemos, no lo amerita. Eso lo único que genera es una grieta, vuelvo a repetir, entre los que puedan tener acceso a todos los medios y servicios, y otra gente que no los va a tener. Eso se va a reproducir.

Los hogares monoparentales se están dando cada vez más en la zona de la periferia a menor edad y después esto va generando una serie de necesidades que genera una situación violenta, y en una situación violenta va a generarse violencia, esto está claro.

Por otro lado sectores de la ciudad como la Aguada, Goes, La Comercial, Jacinto Vera, Arroyo Seco, las barracas de Agraciada, mismo en la Unión, tienen todos los servicios y no tenemos vivienda. Nosotros creemos que habría que hacer una fuerte localización de todas esas fincas que están vacías o que están sub utilizadas, en peligro de derrumbe, para que se rehabiliten para su uso o se expropien. En algo de esto estamos trabajando, generar un convenio con la Intendencia para locales y lotes con esas características.

Otra experiencia que tenemos es en la Ciudad Vieja, que es un lugar en el que también tenemos todos los servicios, pero que está quedando muy vacía.

Lo que se podría hacer con las fincas que son más ruinosas si no se puede reactivar para hacer reciclaje, es hacer obra nueva con la modalidad de Cooperativas de lotes dispersos. Que quiere decir, agarrar tres o cuatros fincas en el entorno de una o dos manzanas, la cooperativa en vez de tener un solo padrón tiene distintos padrones que van rotando. Eso tiene dos lógicas. Una que la cooperativa cuanto más numerosa, en el entorno de 30 o 40 familias, tiene mayor posibilidades de hacer ayuda mutua (para cumplir los horarios, los turnos y que siempre haya un cooperativas con los contratados). Y la otra, es que permite en estos zonas que están despoblados, totalmente vacíos durante el fin de semana o después de los horarios de oficina, una articulación con las viviendas habitadas dispersas en el barrio.

Creemos que estas dos experiencias es importante que se puedan realizar y ponernos a discutir en poco tiempo, no a partir de todo el problema de la vivienda, sino poniendo arriba de la mesa ejemplos concretos. Porque a veces teorizamos y después la cuestión es otra, que lo que pasó cuando se empezaron los planes pilotos en el año 66 con las cuatros experiencias de ayuda mutua y que cuando se estuvo discutiendo la ley dos años después, había un realidad comprobada, demostrada, que estaba funcionando, que permitió no solamente la teoría de Juan Pablo Terra, sino que en la práctica se estaba demostrando que había una habilidad en las cooperativas de ayuda mutua.

Nosotros siempre planteamos que una cooperativa de vivienda no solamente es hacer una vivienda, sino que a partir de la construcción de vivienda, la ayuda mutua, la autogestión, la democracia directa, se genera un tipo de relación que después necesariamente se vuelca en el entorno de la zona y del barrio.

La necesidad de la cooperativas de juntarse, de organizarse, de tener asamblea, de discutir las cuestiones, hace a un funcionamiento que después al instalarse en al barrio y más en barrios con carencias, la relación entre los vecino y sus necesidades, va a permitir desarrollar potencialidades que hoy se están perdiendo. Yo vengo de una generación, tengo 61 años, viví hasta los 10 años en Miguelete y Minas, en un conventillo y después me fui para La Teja. Lo primero que me llamó la atención, era que a dos cuadras de mi casa, en Carlos María Ramírez estaba la Comisión Fomento del Pueblo Victoria, que era una organización de vecino que se juntaba y se preocupaba por que hubiera un expendio para la leche, un mercado de subsistencia, las líneas de transporte, había una articulación de esa comisión fomento que le daba funcionalidad al barrio. Lentamente se fue perdiendo, vino la dictadura, aplasto las comisiones fomento, cuando salimos de democracia los tiempos habían cambiado. Lo que vemos ahora es que las cooperativas han mantenido ese trabajo de lo colectivo, por ejemplo si precisamos una línea de transporte hacer la gestión, traer las policlinicas, las guarderías, eso nos pasa en los barrios de las periferias.

Entonces creemos que hoy, la vivienda, el desafío para esos grupos, qué es experiencia de autogestión y de ayuda mutua, la puedan compartir con los vecinos para organizarse como colectivo y poder de vuelta entender que la ciudadanía organizada puede definir las cuestiones más elementales de su entorno.

Hemisferio Izquierdo: en ese sentido, ¿ustedes consideran que las cooperativas podrían traccionar aquello que no está organizado?

Jorge Díaz: La experiencia de lo organizado va a ayudar en la práctica a traccionar lo otro. Lo que tiene que ser y lo que siempre insistimos con las cooperativas, es que cuando la cooperativa se instala en un lugar tiene que tener las orejas bien abiertas para escuchar qué es lo que pasa a su alrededor. Porque el primer rechazo , la primer reacción que va a haber, es que van a venir unos que no los conocemos, que no son del barrio, que se instala normalmente. Ahí hay una presión del barrio, que está pendiente de que va a pasar con esto.

Para nosotros una oportunidad que tenemos en FUCVAM es la ayuda mutua. El vecino cuando veo que vas a trabajar, que sos el que labura, empieza a ver que no es que va a venir alguien regalado, porque hay mucho estigma con lo que es los realojos de los asentamiento. Que con buena política la intendencia, lo que en primera instancia era más o menos poner en el mismo lugar que estaban, ahora los realojos son tratados de llevar a donde haya urbanización y servicios. Pero ha generado que al no haber un trabajo social en conjunto con el realojo y con los vecinos, genera los rechazos de los realojos.

Con cooperativas, yo pienso que es por la ayuda mutua, los vecinos se acostumbran a ver todos los días durante dos años, que se trabaja, se genera una relación con el entorno que después cuando nos mudamos, la cooperativa pasa a referenciar, y eso se va. Los vecinos luego dicen, bueno vamos a hablar con la cooperativa, se genera esa dinámica.

Pienso que es esto se da porque en cada uno de nosotros está la necesidad esa de lo organizado aunque no veamos cómo realizarlo, porque se ha perdido mucho en la práctica. Y no es porque la gente sea mala o porque dejó de ser buena. El tema es que la sociedad y todos los paradigmas marcan el hacerlos solo, el competir, el no buscar el colectivo porque que si te juntas te van a joder. Hay todo un mensaje para justamente no permitir lo colectivo.

Hemisferio Izquierdo: ¿Qué temas deberían formar parte de un programa de pensamiento estratégico para transformar los problemas de la vivienda a favor de las clases populares?

Jorge Díaz: Lo primero que tiene que haber es una responsabilidad del estado. Cuando hablamos del estado, hablamos de toda la sociedad, de que el tema de la vivienda no se soluciona en un periodo de gobierno. Nadie puede en cinco años dar vuelta esto. Entonces tiene que haber una política acordada de estado, de 15 años por lo menos. Para eso tenemos instrumento. Hoy mencionaste la Ley de Ordenamiento Territorial que está muy bien pensada y redactada pero que nadie la aplica. No la aplica ninguno de los departamentos, ni el Poder Ejecutivo ha tenido la fuerza para aplicarla.

Lo otro que tiene que haber es un Fondo Nacional de Vivienda (FNV) con presupuesto garantizado y no dependiendo de cada rendición de cuenta. Tiene que haber mecanismo para que ese fondo tenga determinados mínimos de ingreso, que no dependa de las variables económicas. En la FUCVAM hemos hecho un trabajo que lo ponemos a consideración del Presidente de la República y que ya lo hemos empezado a trabajar con distintas fuerzas políticas, que va en esta dirección.

Decimos nosotros que el FNV tiene que volver a tener lo que fue en sus inicios en el 68, que sea el equivalente al 2% de la masa salarial del país, tanto de privados como públicos. Nosotros hicimos los números y ese 2% anda entre unos 300 y 350 millones de dólares por año.

Para eso habría que gravar a los que han ganado, que es el gran capital, que prácticamente acá se está dejando sin tocar. Hay una población del 10% que tiene más del 30% de los ingresos de este país. Entonces nosotros decimos que el impuesto a la renta de las personas físicas (IRPF), no se siga bajando como se está haciendo y que siga siendo un 50% más (el 1,5 %); y que las empresas y las agroexportaciones pasen a pagar un 2,25%; con eso estaríamos rondando los 300 millones de dólares al año. Ósea que estamos muy cerca. La diferencia la puede poner rentas generales ó hay otro tipo de mecanismos como pueden ser los impuestos a las herencias que hoy no se están cobrando ninguno, el tema de las transacciones inmobiliarias, etc. Hay un serie de elementos para recaudar.

Si nosotros vemos la Ley de Vivienda, cuando se determina el Fondo Nacional de Vivienda, se tiene muy claro cómo se debe hacer. Había, independientemente de los gobiernos, una decisión política de cómo se implementaba el FNV.

Primero tener la ley, la voluntad política de hacer de esto una política de largo plazo; después tener un financiamiento fijo y determinado que te permite planificar. Porque no se puede planificar si no sabes cuántos ingresos vas a tener. Y luego, como siempre decimos, que si bien nosotros consideramos que el sistema cooperativo de vivienda es el mejor para los trabajadores, para tener una vivienda digna y por todo lo que mencionaba más arriba (el contorno social, la prefiguración de una sociedad distinta), tenemos claro que hay otra serie de posibilidades. Tenemos el tema de las emergencias sanitarias, todo el tema de los que son los barrios periféricos, que si habría que hacer una política de realojo.

En este punto nosotros tenemos un matiz que lo hemos discutido muchas veces, entendemos que si bien no es plantearle a los compañeros de los asentamientos que elijan la herramienta cooperativa (que sea una alternativa, una variante) si creemos en el posibilidad de colectivizar los barrios. Y que los barrios sean lo que ya mencione, colectivos, que tenga una organización, que en el realojo participe del debate, de lo que se debe hacer. Inclusive en algunas circunstancias hay realojos, hay asentamientos que ya están demarcados que ya tienen caminería, ya tienen una planificación, no los vamos a realojar, ahí, hay que mejorarles la situación. Bueno que la organización de los vecinos puedan adquirir un crédito muy grande para que pueda hacer la infraestructura de la calles, la iluminación, la regulación del agua, la luz. Decimos que participen, porque el hecho de participar , de adquirir un crédito y que tenga la obligación después de retornarlo, así sea mínimamente, hace de que te apropies de esa participación, del trabajo , de que yo soy parte de esto, no recibo un subsidio o una caridad o bueno me toca dar, porque sino generamos una sociedad demandante y consumista por los propios valores que se están generado desde afuera. Entonces me tiene que dar la luz, el agua porque soy pobre y no puedo pagarlo, no. Nosotros no decimos que tenga que ser cooperativa de vivienda porque a vece no están dadas las condiciones, pero el cooperativizar, organizarlo, hace que la segunda generación ya vea que esa necesidad de trabajo pueda trasladarse en el cooperativismo. y pueda generar una serie de valores y que no haya dependencia exclusiva del estado.

En esa política de largo plazo tenemos que tener muy claro la Ley de Ordenamiento Territorial, la ciudad no pueda crecer para cualquier lado de forma desordenada, sino planificada. Y en las ciudades consolidadas repoblarse, por un tema ecológico, de salud, de servicios, en definitiva de aprovechamiento de la ciudad. Nosotros somos una ciudad con muy poca población para tener lo que estamos de extendidas.

Nosotros estamos convencidos de que el estado no necesita declararse socialista para poder organizarse y tener el control de ciertas decisiones para ordenarlo. Porque estamos hablando de un fondo nacional de vivienda, de un plan de políticas de vivienda, en el cual todos, cuando hablamos del fondo nacional de vivienda hablamos de plata de estado y al estado lo nutrimos todos. El dinero de todo el país va a estar involucrado en esa decisión. No puede ser presindente de tener algunas responsabilidades.

Y hay ejemplos. El tema de las vivienda para los jubilados, es de uso y goce. El BPS es el propietario del edificio se le entrega una vivienda a una persona que la necesita, hasta que fallezca, después esa vivienda queda para otro . Osea que hay un uso y goce.

En el plan juntos por lo menos yo que conozco el estatuto de la ubicación de Luis Batlle Berres y Camino las tropas, ahi tambien hay una reserva de la propiedad para parte del Plan Juntos y hay un uso y goce de la vivienda por un tiempo determinado, con ciertas normas a cumpir y que sino puede ser retirada la vivienda.

En otros países esta el el tema de alquileres estatales, de edificios para jóvenes, estudiantes. No todos tiene que pensar al incio tener una vivienda propia ya definitiva, pero el poder desarrollarse, poder venir a estudiar. Por eso decimos es muy importante para nosotros repoblar la ciudad.

Pero acá hay un política que está muy clara. Si nosotros estamos pensando en hacer las "PPP" para solucionar los problemas de infraestructura del país, porque es un estado pobre que no puede hacerlo, no puedo invertir y le vamos a dar a las empresas, por 20 años le vamos a firmar un cheque en blanco que va a salir mucha plata.

Ya tenemos los ejemplos. El primer lo tenemos en la cárcel de Punta de Rieles, en el cual ya hay unos problemas con los familiares del recluso que no pueden llevarle una torta casera porque está prohibido ingresar cualquier tipo de alimento porque en la concesión el que se hace cargo de la alimentación es el concesionario durante 20 años.

Hablamos hace unos día con los gurises del CEPIA, el tema de las PPP en al educación, los liceos van a ser por PPP durante 20 años de contratos en al cual hay cosas delimitadas como el horario y el uso que va tener para la Anep. Va a ser de las 8 a las 17, y yo mañan necesito hace un turno vespertino y me tengo que sentar a negociar con el duelo del liceo a ver si puedo y cuanto me va a salir, como todo capitalismo va a salir un precio. El otro tema que a mi me preocupa, vos haces una ocupación, está la responsabilidad de las ocupación entre las 8 y las 17 es de la Anep, ahora a las 17 va a venir el dueño y va a decir muchachos, afuera y bailando porque esto es mío hasta las 8 de la mañana. El privado va a pedir su derecho de respeto a la propiedad y te van a sacar.

Estamos privatizando muchas cosas. A mi me preocupa.

Hemisferio Izquierdo: ¿Qué otras necesidades y derechos plantea vuestra organización más allá de la vivienda?, ¿algunos de ellos se vinculan a la idea derecho a la ciudad o lo trascienden?

Jorge Díaz: Nosotros en la agenda tenemos sin lugar a dudas, el derecho de género. La política de género tiene que ser un tema que nos tiene que ocupar mucho, estamos haciendo un esfuerzo grande en la FUCVAM poder poder empezar a trabajar este tema. Por dos cuestiones. Uno por el tema de la violencia de género, nosotros creemos y estamos haciendo un esfuerzo grande para buscar las maneras jurídicas para que haya una doble titularidad o por lo menos que la titularidad en el caso de violencia pueda ser de fácil traslado para la persona víctima que se quede en la propiedad, porque hoy pasa que en el sistema cooperativo el socio es uno por núcleo familiar, y es el titular del núcleo familiar normalmente o mayoritariamente son los varones. Y en el caso de agresiones, de violencia doméstica se tiene que alejar de la casa, pero el titular sigue siendo el varón. En el caso de tener que subsidiarse la vivienda, el subsidio se refiere al titular, osea tiene que estar el titular para firmar. Tenemos esos problemas que son muy complicados y tiene que legislarse bien. Ese es un tema.

El toro tema es que nosotros tenemos la experiencia de que muchas compañeras en las cooperativas de bases son parte del consejo directivo, trabajan en las comisiones pero después cuesta mucho la segunda etapa, vincularse a la vida de la federación, a participar, y estamos perdiendo capacidades. Ahí hay un problema que tenemos que gestionar nosotros. Cuales son las situaciones y los elementos que impiden que las compañeras puedan desarrollar esa tarea a niveles de la Federación. Y en esa tarea estamos. Va de la mano hoy profundizar en el tema de género en el movimiento cooperativo, por lo menos para nosotros .

También estamos muy preocupado en el tema de la accesibilidad. Tenemos por ley que hacer algunos viviendas, pero son muy pocas. La idea que nosotros discutimos con los IAT es que los proyectos tengan contemplados características de funcionalidad para la accesibilidad. Y no sirve la política de guetos, porque si estamos en contra no la podemos practicar. Vivienda de pobre para pobres no la podes aceptar. VIvienda de discapacitados para discapacitado no. Una cosa es que estén integrados compañeros con discapacidad en un colectivo que no pueda colaborar, a que todos nos juntamos y podamos colaborar.

Hay otras necesidades, el tema de cuidados por ejemplo. Pero me parece que un tema central para empezar a visualizar es el tema de género, tanto por la violencia como por la integración de las compañeras a la militancia y la toma de decisiones.

Hemisferio Izquierdo: ¿En qué puede aportar la lucha por la vivienda y la ciudad a construir una sociedad pos capitalista?

Jorge Díaz: Estoy convencido que el sistema cooperativo, no solo de vivienda sino que el sistema como tal, es una alternativa al capitalismo. No un paliativo como lo quieren hacer mostrar. Las sociedades capitalista ha conseguido como que sea un paliativo, es economía de pobres para pobres y que se queda ahí.

Nosotros creemos que no. Si le damos real dimensión al cooperativismo, es la alternativa. Es donde hay una economía justa, un mercado justo, donde la ganancia es lógica para sobrevivir y no para especular, y prefigura una sociedad en todos los valores del cooperativismo: la democracia directa, la participación, la ayuda mutua, la autogestión, valores de una sociedad distinta.

Creemos confiados que el aporte que pueda hacer la FUCVAM es plantear en la diaria, los objetivos del cooperativismo, a practicarlos para llegar a una sociedad distinta. Yo estoy convencido de que las bases del sistema cooperativo en la medida en que se implanten, son las que van a generar una sociedad distintas, de valor socializante como alternativa al capitalismo.

Que cada vez se configura más el capitalismo, bueno si, se dificulta. Estamos organizado en la dirección nacional de la FUCVAM con todas comisiones un análisis de coyuntura que hace tiempo que no se hacía, visualizando un poco lo que han sido estas últimas décadas, desde el progresismo en América Latina para acá, porque nos parece que es necesario hacerlo. Va a haber una asamblea nacional antes de fin de año que va a ser programática, vamos a discutir escenario, pero sin hacer un buen análisis del contexto internacional, regional y lo particular del país, nos puede predisponer a que vamos a plantearnos como objetivos para tener como organización más allá de la vivienda. Cual es la pelea a dar.

Nosotros creemos que estamos entrando en un fase de reflujo muy importante, por América Latina se viene con las recetas de los noventa aggiornadas, y que va a costar pasar por arriba todo lo que se pudo avanzar en los gobiernos progresistas. Pero hay que hacer una lectura de porque paso esto. cuales son las causas. Si no analizamos las causas estamos jodios. Y bueno acá hubo un avance durante mucho tiempo con gobiernos progresistas y bueno paralelamente está cayendo y esta pasando lo que está pasando.Y no solo caen sino que viene un retroceso gigante de los procesos que ha habido. Lo que está pasando en Brasil nomas con la precarización laboral y los retiros de las políticas sociales es preocupante.

Frente a eso no como crítica desestabilizadora sino como aporte a la reflexión, la Federación está en ese trabajo y bueno esperemos en poco tiempo tener ese material terminado y poderlo discutir con el movimiento y ponerlo a consideración de los demás, porque nos parece que es un tema importante. Hacer una análisis de coyuntura de donde están parados para ver dónde nos proyectamos.

Pero retomando el núcleo de la pregunta, sin lugar a dudas nosotras consideramos que el sistema cooperativo y su lucha por vivienda y ciudad, puede configurar una sociedad distintas.

Hemisferio izquierdo: ¿Cual viene siendo la agenda de lucha, de movilizaciones actuales?

Jorge Díaz: Concretamente y frente al panorama de que es el último año en el cual se pueden determinar políticas públicas, porque después del año electoral no pueden ser de mayor cambio, nosotros queremos plantear el tema de la necesidad de la igualdad del sistema cooperativa con la tasa de interés de los préstamos. Osea los préstamos a partir del 2008 en adelante, todos están regidos a un valor de la necesidad económica del momento, como dice el texto de la rendición.. Quiere decir un valor de mercado, empezaron al 5, 25 % ahora este año está a 5, 11%, capaz si llegamos al 2158 llegamos al 2%. Entendemos que la tasa de interés tiene que ser del 2% como paga el resto de las cooperativas que se construyeron antes del 2008, porque nos está generando un tema de injusticia dentro del movimiento, Porque la población objetivo es la misma, trabajaron de salarios medios-bajos. No nos olvidamos que para ingresar a una cooperativa de vivienda el salario del núcleo tiene que ser menor a unas 60 UR (unidades reajustables), poco más de 60 mil pesos líquidos, en una familia de 4 individuos nadie va a pasar muy bien con eso.

La población objetivos es la misma que estaba antes, por lo tanto no es lógico que unos estamos pagando una cuota de 7.000 pesos, por ejemplo, por una cuota de dos dormitorios y es misma vivienda otros compañeros vaya a pagar 12.000 pesos. 4.000 o 5.000 pesos de diferencia, no es lo lógico. Si bien tenemos una ley que subsidia la permanencia en caso de dificultad económica, hay compañero que tiene un ingreso que más o menos puede llegar ahí pero que está sacrificando otras necesidad para poder pagar la cuota. Si la población es la misma, si los trabajadores son los mismos, no podemos tener un movimiento dividido en qué unos son categoría A y otas categoría B.

Ese es el esfuerzo más grande junto con otras medidas, como la rebaja de la tasa de interés, la rebaja del iva a los materiales de construcción y a los aportes, que no es justo que a las Viviendas Promovida se le de y a las cooperativas de viviendas no se les de. Con el tema de las carteras de tierras, contar con más accesibilidad en todos los departamentos del país, que si bien hemos avanzado en algunos, esto tiene que ser a nivela nacional y con mayor capacidad. Tenemos tierras ociosas y fincas abandonadas que hay que ponerlas al servicios de la población.

Pero para cerrar, esos son los ejes, y en esta año más que nada el énfasis es poder lograr la unidad del movimiento con un sola tasa de interés justa que es el 2%.

Jorge Díaz es secretario general de la FUCVAM (Federación Uruguaya de Cooperativas de Vivienda por Ayuda Mutua).

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