Imagen: El Roto. Fuente El País
En una nota del diario El Observador titulada “Sindicatos radicales ganan peso y trancan fuerte” (1), durante un pasaje en que el cronista detalla la composición de un paisaje alarmante lleno de sindicalistas radicalizados, se dice: “En la conducción de los gremios estatales hay listas de ultra izquierda. Ocurre en UTE, el Correo, ANCAP y AFE. Luego del anuncio del aumento de 3,2% en la tarifa eléctrica que regirá a partir del mes próximo, la Agrupación de Funcionarios de UTE (AUTE) –controlada por la corriente no frenteamplista Hemisfero (sic) Izquierdo–, emitió un comunicado criticando la decisión oficial...”.
Ante tamaño dislate no deberíamos darnos por aludidos, pero sucede que somos la única cosa en Uruguay que se llama “Hemisferio Izquierdo”. Por eso, y ante preguntas de nuestros lectores, decidimos salir a formular algunas aclaraciones, y de paso aprovechar para hacer lo que hacemos: crítica política.
La parte de desmentidos resulta breve, se despacha con un sólo párrafo. Lamentamos decepcionar a los consumidores de cucos, pero Hemisferio Izquierdo es simplemente un sitio web (2). No somos una “corriente” de nada ni controlamos a nadie (ni siquiera a nosotros mismos, como bien saben nuestros lectores, padres, madres y tutores). Mucho menos podríamos controlar al sindicato de la UTE. Y si nos dieran a elegir, preferiríamos controlar la electricidad de nuestras editoriales, que a veces nos quedan un poco pasadas de voltaje y otras veces medio timidonas (de a poco le vamos agarrando la mano).
Eso sí, como portal, somos decididamente de izquierda. No al modo cuantitativo de la economía del miedo de El Observador (llena de gradientes y escalas del tipo de “ultra”, “radical”, “extrema”). No nos interesa el izquierdómetro, ni jugamos a ser el Super Yo de la Izquierda. Decimos que somos decididamente de izquierda porque pensamos (como mucha gente) que el capitalismo es un sistema social injusto, violento y depredador de la vida y la naturaleza. Que destruye las relaciones sociales y el medio ambiente. Que necesita para reproducirse de las guerras y de la explotación. Que no es algo exterior a nosotros sino que nos constituye en nuestras formas de ser convirtiéndonos, por ejemplo, en seres que para ser felices necesitan consumir o para ser exitosos aplastar a otros. Que lejos de ser una fatalidad extra-humana el capitalismo es una construcción histórica. Que en consecuencia es posible y urgente acometer las tareas políticas, culturales y colectivas para superarlo. Que el punto de partida es complicado porque el neoliberalismo ha logrado convertirse en el sentido común del conjunto de la sociedad, y en particular ha sido asumido por buena parte del progresismo gobernante, entregado a la ideología de la gestión que despolitiza las injusticias sociales y las reproduce. Que por eso una (modestísima) tarea intelectual necesaria en nuestro tiempo es la de promover análisis y debates teóricos y políticos que convoquen a las diferentes izquierdas del Uruguay en torno un conjunto de problemas que vuelvan a poner en el centro la cuestión de la superación del capitalismo. Y por eso y para eso, a grandes rasgos, es que existe Hemisferio Izquierdo (3). Allí escriben y hablan intelectuales, académicos y militantes sociales y políticos de diversas organizaciones sociales y partidos de izquierda (incluyendo el Frente Amplio, para nuevo resbalón de la nota que comentamos).
Nos genera algo de curiosidad saber por qué medios (o por cuales fuentes) el periodista de El Observador llegó a confundir a nuestro portal con una “corriente” capaz de “controlar” un importante sindicato de nuestro país. Pero sobre todo nos interesa señalar la reiteración obsesiva, por parte del diario, del viejo mecanismo de la estigmatización de las posturas de izquierda que más cuestionan el orden dominante, apelando al miedo para aislarlas políticamente. Así, en la nota que comentamos, el crecimiento de posturas críticas en el sindicalismo es pintado como si fuera una nube de langostas que se aproxima peligrosamente. Hay toda una gimnasia de adjetivación que se estira al máximo para que quepan en un mismo extremo izquierdas muy diferentes. De lo que se trata es de construir un cuco, uno que es el mismo pese a sus diferentes apariencias. Nada relevante a propósito de la realidad del sindicalismo, la izquierda o la economía política uruguaya se puede conocer o entender por esa vía. Pero eso no importa, porque El Observador, ante todo, lo que hace es una militancia intelectual-política de derecha presentada como “periodismo objetivo”. Por lo demás, nos preguntamos si errores tan grandes no responden, también, a las condiciones adversas en que deben trabajar los periodistas de dicho medio, en el que se ha llevado adelante un achique de personal (por ejemplo, profesionales correctores) que se hace evidente en la merma de la calidad de los contenidos que ofrece.
Por todo lo expuesto, el Consejo Editor de Hemisferio Izquierdo declara:
Que la seriedad con que El Observador elabora sus “análisis” de la realidad sindical del Uruguay deja mucho que desear.
Y como queda mucho que desear, hay que irse con el deseo a otra parte, lejos de los cucos de sábanas cortas que agita un medio de prensa al que le queda lo derechoso, pero ha ido perdiendo el rigor profesional.
El deseo vive mejor en el encuentro con otros/as en los espacios y las formas que seamos capaces de inventar para militar y crear otra realidad a la izquierda de la que tenemos.
Llamamos a apagar el televisor y encender el transistor y sentir una cosquillita por los pies. A cerrar las pestañas de los medios hegemónicos y abrir las pestañas (con) los medios alternativos.
Que no nos inventen miedos. Que no nos controle nadie.
Notas
(1) La nota fue publicada el 17/12/2017 firmada por el periodista Maximiliano Montautti: https://www.elobservador.com.uy/sindicatos-radicales-ganan-peso-y-trancan-fuerte-n1152395
(2) Aquí estamos y así somos: www.hemisferioizquierdo.uy
(3) Nuestro Manifiesto fundacional se puede leer en: https://www.hemisferioizquierdo.uy/single-post/2016/05/03/Editorial-Hemisferio-Izquierdo