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Ilya Getman

Vietnam: la transición ha terminado*


Imagen: Hanoi (tomada de Rabkor.ru)

El Vietnam moderno, tal como lo conocemos hoy, se formó el 2 de julio de 1976 mediante la fusión del sur y el norte del país en una sola República Democrática de Vietnam. Hoy, pocos saben que después de la unificación la economía estatal de la DRV, basada en el sistema de planificación central de tipo soviético extendio hacia el sur, chocó con la fuga de capitales y la desaparición del sistema de empresas privadas. A fines de la década de 1970 y en la primera mitad de la década de 1980, la economía vietnamita experimentó estanflación: una caída en los ingresos de exportación, un crecimiento económico lento con una inflación que alcanzaba el 700 por ciento anual; volúmenes cada vez menores de ayuda soviética. Esto último también contribuyó a acentuar el aislamiento internacional de Vietnam. A finales de los años setenta y ochenta, se hicieron los primeros intentos de reforma, en los que se trenzaron tres intereses económicos diferentes. El primero era el gobierno central que dependía del sistema de planificación y tenía un sector privado oculto de mercado negro; el segundo era el de los jefes de las empresas y las autoridades provinciales, que trataban de ocultar al nivel superior la mayor cantidad posible de productos excedentes; el tercerlo eran las empresas que debían amoldarse a los modestos beneficios de trabajar en los espacios del sistema planificado, al no contar con lazos de parentesco o vínculos burocráticos en el partidos. El proceso de interacción entre estos grupos condujo a la implementación de reformas primarias que permitieron cierta actividad económica externa [1] . De hecho, los gobiernos provinciales exigieron que se les permitiera exportar e importar, porque el estado daba prioridad a las instalaciones industriales y equipos en vez de recursos agrícolas como fertilizantes; en tanto el gobierno central temía que permitir vínculos comerciales directos entre las empresas llevaría a la pérdida de control sobre la economía. Además, el espíritu reformista fue respaldado por el Ministerio de Comercio, con el objetivo de obtener recursos agrícolas, piezas de repuesto, alimentos y bienes de consumo [2] . En octubre y noviembre de 1978, en el norte, a los líderes de las cooperativas se les permitió ceder sus campos a terceros durante el invierno, para mantener los cultivos durante esos días, regresando a la tierra al comienzo de la temporada de siembra de primavera. Además, el Comité Ejecutivo Central del Partido y el Consejo de Ministros del Gobierno otorgaron a los agricultores el derecho a explotar las tierras más pobres de las cooperativas, durante cinco años. Estas medidas menores se encontraban entre los primeros pasos que contribuyeron a la transferencia de tierras agrícolas familiares a la propiedad privada [3] . El debate sobre estimular aún más la productividad y descentralizar la toma de decisiones comenzó durante la 6ª sesión plenaria del PCV en agosto de 1979 [4] . En 1980, a las provincias se les dio el derecho de establecer sus propias empresas comerciales. Este fue el primer paso serio en el camino de las reformas. Por lo tanto, se anuló el monopolio del comercio exterior [5] . En 1981, siguió otro paquete de medidas. Uno se refería a contratos en el sector agrícola: el nuevo sistema de contratos tenía cuatro funciones principales. En primer lugar, la tierra agrícola se distribuyó entre los miembros solventes. En segundo lugar, un trabajador individual o un grupo podría ser responsable de varios predios de agricultura en virtud de un contrato con cooperativas. Tercero, cada persona o grupo debía vender una parte del producto cultivado en el mercado asignado. Finalmente, los agricultores podían guardar todo el excedente de la producción más alla de esa la cuota. Además, se tomó la decisión de permitir a las empresas estatales realizar la producción sobre la base de tres sistemas planificados: Plan A, Plan B y Plan C. Una vez que las empresas estatales produciesen y vendiesen al estado utilizando los recursos asignados (Plan A), el Plan B les permitiría realizar libremente de sus productos. Además, las empresas estatales podrán producir aparte un mínimo adicional de acuerdo a un plan C. Este sistema fue uno de los factores que contribuyeron al restablecimiento de la producción industrial a principios de los años ochenta [6]. La planificación de la producción de muchos bienes de consumo se suspendió con miras a pasar al comercio a precios de mercado y reducir el déficit dentro del sistema de comercio de Estado [7]. Las discusiones sobre la consistencia del sistema planificado y la necesidad de continuar con las reformas no habían concluido todavía cuando se inició el VI Congreso del Partido Comunista de Vietnam. Una especie de "disparador" en el camino hacia la intensificación de las reformas fue la muerte de Le Duan en julio de 1986 [número dos del PCV cuando Ho Chi Minh y número uno desde la muerte de este en 1969]. La responsabilidad de la crisis de planificación estatal recayó entonces en otros miembros prominentes del partido, Chion Tinh y Pham Van Dong , que fueron criticados en la prensa vietnamita. En diciembre de 1986, el VI Congreso del PCV eligió a Nguyen Van Leen, el viejo líder del ala más reformista del Frente de Liberación Nacional. En total, el PCCh tuvo tres grupos interesados ​​en las reformas: los tecnócratas y partidarios de una reforma radical del sistema heredado de la DRV; los partidarios de profundizar las reformas ya iniciadas; y los "liberales" del sur que interesados en regresar a las condiciones económicas que existían antes de 1975. A partir de la década de 1980, las empresas estatales obtuvieron ingresos vendiendo recursos baratos y económicos en el mercado libre; los ingresos se distribuyeron entre el colectivo de trabajo y los gerentes. Esta fue la base para nuevas reformas y la introducción generalizada de la comercialización [8]. Tras los resultados del 6° Congreso, se decidió centrarse en la creación de una economía de mercado con competencia entre privado y público en el sector no estratégico, en lugar de una centralmente planificada. En 1987, el número de restricciones comerciales internas se redujo significativamente. El número de mercados agrícolas ha crecido rápidamente. A las empresas privadas se les permitió (y posteriormente alentó) la producción de productos básicos. En la primera mitad de la década de 1990, siguieron los cambios en la regulación legal del sector privado: según las leyes de 1990, las actividades de las empresas privadas en forma de empresas mixtas y sociedades de responsabilidad limitada estaban legalmente permitidas. La Constitución de 1992 reconoció el estado del sector privado como legal. Una nueva Ley de Tierras se adoptó en 1988, dispuso el reconocimiento por parte del estado del derecho al uso privado de la tierra. Además, de acuerdo con la Resolución Nº 10 del Comité Central, los agricultores podían arrendar tierras durante un largo período y vender sus productos en el mercado libre sin la obligación de participar en cooperativas [9, 10]. A fines de 1988, los hogares de casi todas las cooperativas en el delta del Río Rojo recibieron derechos de tierras agrícolas por 10 años. Otro paso importante fue el decreto de noviembre de 1987, que dio a las empresas estatales mayor independencia y autonomía con plenos derechos al capital[11]. Sobre la base del Decreto, se introdujeron nuevas criterios en las actividades de las empresas estatales: un sistema de contabilidad basado en objetivos de beneficios para la mayoría de las empresas otorgando mayores grados de libertad a los gerentes de las empresas estatales en relación con la producción, recursos humanos y toma de decisiones financieras; la eliminación de los planes de asignación del presupuesto; la liberación de restricciones de venta en el mercado libre; y la concesión de subvenciones sólo en la forma de préstamos de los bancos comerciales de propiedad estatal[12]. Un ejemplo para los reformadores en el PCV fueron los países de Asia oriental y sudoriental, que recién habían pasado por el camino de la industrialización. La retirada de las tropas vietnamitas de Camboya en 1987-1989 permitió a Hanoi mejorar las relaciones con muchos países de la ASEAN. En el curso de su acercamiento con ellos, los líderes vietnamitas pudieron ver desde dentro del proceso de modernización en estos países. En noviembre de 1987, una delegación encabezada por Woh Van Keet visitó Indonesia para estudiar los resultados de la política económica. A partir de la experiencia de Indonesia, se hicieron tres modificaciones: la prioridad de la agricultura y la producción de alimentos, mientras que la industria debería servir a la agricultura; la producción de productos derivados del petróleo debería estimular el desarrollo de la industria química y las industrias relacionadas; y debían crearse condiciones favorables para las inversiones extranjeras [13].

Efectos La liberalización casi instantánea ha transformado la economía agrícola estancada en un sistema capitalista de mercado dinámico. El evidente y marcado aumento en el número de pequeños empresarios causó el agiotismo en los mercados locales y la aparición del "capitalismo informal" en las áreas urbanas. Hasta 1988, no había empresas privadas en Vietnam, a excepción de las empresas familiares que no empleaban mano de obra asalariada[14]. Con la Ley de Empresas adoptada en 1990 el número de empresas privadas ha aumentado; en 1996 se registraron 190 sociedades anónimas y 8900 sociedades de responsabilidad limitada. En el sector de servicios la participación del sector privado en el comercio minorista aumentó del 41% al 76% en 1996. Además la adopción de la Ley de Empresas de 2002 dio como resultado la retirada de 150 licencias comerciales, así como una reducción en los costos de registro, condujo a un aumento constante en el número de empresas privadas; el número de nuevas empresas privadas registradas llegó a 36000 en 2004 en comparación con 14500 en 2000 [15]. Para junio de 2004, el número total de empresas registradas conforme a la Ley de Empresas había alcanzado 95300. En cuanto a las empresas estatales, las medidas iniciales como el programa de corporatización, no tuvieron un efecto rápido; en 1997 solo 15 fueron privatizadas. Para acelerar el proceso el estado estableció el Consejo Central Conjunto de Privatización de Empresas, subordinado al Ministerio de Finanzas. Además, el estado transfirió a los ministerios pertinentes y gobernadores provinciales la decisión de privatizar las empresas estatales por una suma de 10 mil millones de dong. Como resultado, de 1998 a 2000 se estableció el proceso de corporatización (más de 100 en 1998, 250 en 1999 y 210 en 2000). Además el número total de empresas estatales que se privatizaron en el período comprendido entre 2001 y 2005 alcanzó 2200 [16]. Sin embargo, la liberalización económica ha tenido un impacto negativo en la sociedad de Vietnam. En primer lugar, la desigualdad en los ingresos entre las áreas urbanas y rurales aumentó. Desde 1988, la desigualdad de ingresos entre las provincias industriales, las provincias más urbanizadas, y las provincias agrícolas se ha ampliado, lo que tiene dos razones principales. Primero, mientras que la industria se reestructuró después de la interrupción de los subsidios presupuestarios y el cese de la regulación de todos los precios industriales a fines de la década de 1980, las industrias centralmente administradas, principalmente ubicadas en un pequeño número de ciudades, estaban muy protegidas por privilegios especiales, como el acceso a la tierra, Por otro lado, las empresas estatales provinciales se vieron más afectadas por el proceso de reestructuración. Otra posible razón de la desigualdad económica de las provincias fue la concentración de inversión extranjera directa. Su volumen creció después de la adopción de la Ley de Inversión Extranjera en 1988. Sin embargo, dos tercios de los capitales fueron a Ho Chi Minh City y las tres provincias vecinas, y el resto se invirtió en Hanoi y Hayfong en 1993. Dado que casi el 90% de la IED en 2000 se invirtió en construcción y servicios, las zonas urbanas se beneficiaron más de la inversión en general. Otro efecto negativo fue el creciente número de personas sin tierra. Numerosos empresarios vietnamitas montaron plantaciones privadas de café en la década de 1990 invadiendo tierras cultivadas por minorías étnicas. El café molido se expandió rápidamente, más de diez veces en diez años, de 44700 hectáreas en 1985 a 517000 en 2000. Las exportaciones de café vietnamita aumentaron de 12300 toneladas en 1985 a 910000 toneladas en 2001. En 2011 alcanzó 1.26 millones de toneladas (por lo tanto Vietnam es el segundo mayor exportador de café, después de Brasil). En consecuencia las minorías étnicas, dependientes de la agricultura de tala y quema, se mudaron a zonas montañosas menos adecuadas. Recientemente se conocieron casos en que las autoridades confiscaron la tierra a los agricultores sin una compensación adecuada. En Hai Phong hubo enfrentamientos entre pescadores y la policía en un intento de resistir el desalojo sancionado por las autoridades [17]. Si bien el crecimiento de las exportaciones contribuye al ingreso de los hogares, la integración en el mercado mundial tiene consecuencias negativas para los agricultores locales. El delta del Mekong y las tierras altas centrales son muy propensas a las fluctuaciones de precios de los productos agrícolas básicos. El precio de exportación del café fuerte cayó de U$S 4000 la tonelada en 1994 a 380 en 2001, lo que representa una disminución de más de 10 veces. Esto empeoró las condiciones de vida de los agricultores en las tierras altas centrales, ya que ese precio era solo la mitad del costo de producción. En el sector industrial, las empresas estatales podían producir bienes fuera de la nomenclatura aprobada utilizando tecnologías que no requerían un flujo significativo de capital fijo. Mientras que el estado trató de controlar el sector para mitigar las consecuencias de tales actividades, los pequeños productores se resistieron a la regulación y se apresuraron a vender sus productos (y a veces recursos en bruto) en el mercado libre [19]. Las reformas también tuvieron un impacto significativo en la agricultura. Los aldeanos tenían sus propios campos privados para el cultivo de cultivos que no fueran tierras agrícolas colectivas. Se informaba que trabajaban todo el día en sus parcelas individuales, y así no prestaban suficiente atención a los campos colectivos. En 1974 la comisión gubernamental de agricultura descubrió que los líderes de las cooperativas en Haihung podían contar con el 30 al 40% de la fuerza de trabajo requerida para el trabajo colectivo (la parte del ingreso promedio del trabajo colectivo para agricultores cayó al 30% en 1971 del 38% a principios de 1960, en tanto que el estado había predicho que para el final de la década de 1960 crecería en un 60%). También se argumenta que los aldeanos influyeron en el cambio en la orientación política nacional que llevó al fin de la agricultura colectiva. Los agricultores del norte resistieron la agricultura colectiva, ya que el estado expandió las granjas colectivas después de la reunificación. Se resistió, utilizando la crítica pública de los líderes, el robo de granos y los intentos de sabotaje. Luego del deterioro de la productividad de las granjas colectivas, el estado realizó una serie de investigaciones. El Comité de Agricultura del Partido Comunista reconoció el estancamiento de la producción agrícola y ganadera. Además se formuló una recomendación del Instituto de Investigación del Ministerio de Agricultura y el Comité para proporcionar a los agricultores incentivos materiales y más oportunidades para la agricultura familiar, que fue apoyada por algunos altos funcionarios del partido y del gobierno. Sin embargo, los aldeanos continuaron expresando su frustración en el sistema, especialmente debido a las altas cuotas requeridas y la corrupción. Además, las cooperativas no pudieron cumplir con sus obligaciones en virtud de los tratados. Dado que la economía familiar se desarrollaba cada vez más en el marco de los tratados, los líderes nacionales abandonaron por completo las granjas colectivas como forma de propiedad, para 1987-1988.

La economía en las sombras Algunas fuentes afirman que el mercado paralelo ya existía en Vietnam antes de que comenzaran las reformas. Sus agentes estaban representados por empresas familiares comerciales y campesinas, especuladores, comerciantes de divisas y contrabandistas. Había tres razones para la existencia continua del sector informal en Vietnam desde el inicio de la economía planificada[18]. En primer lugar, debido a la política monetaria flexible, hubo un aumento en los precios del arroz en el contexto del aumento de los salarios, lo que aumentó el consumo de alimentos. En segundo lugar, el partido no era lo suficientemente capaz de gestionar la colectivización agrícola. Los miembros de la cooperativa agrícola intentaron ir más allá del llamado "5% de la tierra", mientras que el estado tuvo dificultades para castigarlos por la fuerza debido al temor de perder su apoyo en el punto álgido de la guerra. En tercer lugar, el estado carecía de experiencia en gestión: las empresas estatales no seguían las instrucciones de los ministerios, sino que buscaban obtener recursos para alcanzar los objetivos del plan y la acumulación de capital necesario para las futuras economías no planificadas. Los países vecinos, como Laos y Camboya, ofrecieron oportunidades para contrabandear mercancías a Vietnam. En Camboya hubo dos tipos de contrabando de mercancías: primero, todo lo que quedó después de la "Masacre del Khmer Rouge", lo otro fue lo importado desde Tailandia. Por ejemplo, la cerveza de Tailandia, sujeta a altos aranceles, por lo general llegaba a Vietnam por mar. Por lo tanto, el sector informal no apareció solamente en 1986 y no fue una consecuencia de las políticas de reforma, como lo sugirieron algunos observadores. La economía sumergida ya existente ayudó a sentar las bases para las reformas económicas, apoyar la agricultura, fomentar la acumulación e inversión de capital local, crear bienes y servicios urbanos, apoyar el espíritu empresarial y demostrar al gobierno que era posible un camino alternativo al desarrollo nacional[20]. Según el informe de Oxfam para 2014, hoy la desigualdad en Vietnam está creciendo. El habitante del sector más rico de Vietnam gana en una hora casi cinco mil veces más que el 10% más pobre, sobrevive en las necesidades más básicas. En Vietnam, las minorías étnicas, los pequeños agricultores, los migrantes y las mujeres son los más pobres. No tienen acceso completo a la educación ni a la atención médica, están excluidos del proceso de toma de decisiones. La desigualdad entre los grupos étnicos también es notable; las mujeres y los trabajadores asalariados de los estratos inferiores, durante generaciones, vienen ocupando lugares de trabajo despreciados, de baja remuneración y con alta intensidad de trabajo. Las inversiones estatales inadecuadas en educación y salud privan a los grupos de personas de bajos ingresos, de tener esperanzas por un futuro mejor. Para los niños de los hogares más pobres, poco ha cambiado en el sistema educativo en los últimos 20 años. La desigualdad en el acceso a la atención de la salud se manifiesta, por ejemplo, en el hecho de que es tres veces más difícil para las mujeres embarazadas de hogares pobres obtener servicios de atención prenatal. De acuerdo con la política gubernamental de seguro médico, las tarjetas de seguro se proporcionan sin cargo. Pero en la práctica, los hogares más pobres deben asumir los costos de pagar por los dispositivos médicos, lo que, unido al pago de alojamiento en instituciones médicas, a menudo se vuelve prohibitivo. El acceso a la atención médica para las minorías étnicas también es difícil. El gasto público en salud en los últimos años ha aumentado, pero los estratos ricos se han beneficiado de esto; la proporción de los gastos para los centros de salud pública es baja. La socialización de los servicios públicos es una consigna progresista. Pero los intentos de implementarlo en realidad empeoraron la situación con desigualdad y discriminación, condujeron a la corrupción y el soborno, como lo demuestran investigaciones recientes. Otro desafío para Vietnam es el sistema impositivo. Ahora depende completamente de la recaudación del IVA, el impuesto sobre la renta de las sociedades, los impuestos a la importación y los impuestos a la exportación. La tasa del IVA se establece de manera regresiva, y la carga principal de pago de impuestos recae en los grupos con ingresos más bajos; de 2001 a 2010, la proporción de ingresos tributarios en relación con el PIB aumentó de 4.02% a 7.89%. En 2009 el impuesto a las ganancias corporativas se redujo del 28% al 20%, lo que significa que las ganancias de las empresas se gravan menos que los ingresos de los empleados. Las empresas también reciben subsidios estatales en la reforma de las vacaciones. Las empresas más ricas están evadiendo la responsabilidad por el no pago de impuestos, y siguen chupando dinero del presupuesto. Las investigaciones en 2013 revelaron violaciones en el 83% de las empresas que trataban de subestimar sus obligaciones con el presupuesto. 720 de 870 compañías extranjeras fueron condenadas por evasión fiscal y multadas por un total de U$S 19 millones (400 mil millones de dongs). El presupuesto estatal aumentó del 20% del PIB en 1999 a poco menos del 30% en 2014. Los trabajadores comunes obtienen una porción cada vez menor de la torta. Entre los trabajadores asalariados vietnamitas hay una brecha significativa en los ingresos entre sectores. En la agricultura, los trabajadores asalariados se llevan a casa un promedio de 2.630 millones de dong (U$S 125 por mes) en comparación con los empleados en los sectores financiero, bancario y de seguros, en promedio más de dos veces y media más: 7.23 millones de dongs (U$S 344 por mes). Además, el nivel de subempleo, desempleo y empleo informal está aumentando. En 2015, el 36,6% de los desempleados se trasladó al sector informal. El salario mínimo ha aumentado, pero no se aplica a la mayoría de los trabajadores no calificados e informales. Además, las empresas pueden compensarse a sí mismas por un aumento en los salarios al reducir otros beneficios para los empleados, como el pago de horas extras y las bonificaciones que representan el 30% de los ingresos de los trabajadores. Todas las empresas mienten, afectando a los trabajadores más pobres. Para garantizar que la vida de las personas más pobres continúe mejorando en los próximos 30 años, el gobierno debe tomar en cuenta todas las formas de desigualdad: ingresos, oportunidades, desigualdad de voz. El gobierno también debería analizar sus políticas para comprender su impacto en la desigualdad y adoptar un nuevo programa de acción y políticas progresivas. Esto significa una mejor gobernanza y rendición de cuentas, así como compromisos ambiciosos para una tributación más equitativa, gasto público, servicios públicos y mejores políticas laborales. Los ciudadanos no confían en las instituciones estatales, y la gran burocracia y corrupción en Vietnam es una realidad[21].

 

* Fuente: Rabkor.ru, http://rabkor.ru/columns/analysis/2017/12/02/vietnam-tranzit-okonchen/

Traducción al español por Fernando Moyano Notas

1. Beresford, Vietnam: la transición para la planificación central. En Garry Rodan et al (Eds.), La economía política del sudeste asiático: mercados, poder y contestación. Oxford University Press.

2. Beresford y Dang Phong, transición económica en Vietnam: comercio y ayuda en la desaparición de la economía planificada centralmente, 2000

3. Beneficio J. Tria Kerkvliet. El poder de la política cotidiana: cómo los campesinos vietnamitas transformaron la política nacional. Ithaca, EE. UU .: Cornell University Press. 2005

4. Brian Van Arkadie y Raymond Mallon, VIETNAM: un tigre de transición. Asia Pacific Press, enero de 2004

5. Ver 2

6. Ver 3

7, 8. Ver 2

9, 10. Ver 3

11. Scott Colin Cheshier, La nueva clase en Vietnam, Escuela de Negocios y Administración, Queen Mary, Universidad de Londres, 2010

12. Brian Van Arkadie y Raymond Mallon, VIETNAM: un tigre de transición. Asia Pacific Press, enero de 2004

13.https://www.academia.edu/6097480/The_Diplomacy_of_Economic_Reform_in_Vietnam_The_Genesis_of_Doi_Moi_1986-1989

14. Wolff, Peter (1999). Vietnam: la transformación incompleta

15 Katariina Hakkala y Ari Kokko. El Estado y el sector privado en Vietnam. Documento de trabajo 236. Junio ​​de 2007

16. Scott Cheshier, Jago Penrose y Nguyen Thi Thanh Nga El Estado como inversor: equidad, privatización y transformación de las empresas estatales en Vietnam, documento de diálogo sobre políticas del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) 2006/3, septiembre. Hanoi

17. Perdiendo la trama Land-grabs en Vietnam (2013, 12 de marzo). The Economist.

18. Adam Fforde y Suzanne Paine. Los límites de la liberación nacional, Londres: Croom Helm. 1987

19. Adam Fforde, industria estatal vietnamita y economía política del Renacimiento comercial: ¿diente de dragón o huevo de curado? Chandos Publishing, Oxford. 2007

20. Lo que vemos, por qué nos preocupamos, por qué esperamos: Vietnam en el futuro.

21.https://vietnam.oxfam.org/sites/vietnam.oxfam.org/files/file_attachments/Vietnam%20Inequality%20Report_ENG.pdf

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