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Por: Guillermo Lamolle*

Rarezas de La Cumparsita


Imagen: Portada de la primera partitura de La Cumparsita

Recuerdo escuchar al gran Osvaldo Fattoruso comentar, con sorna, que lo único que envidiaba de La Cumparsita eran los derechos de autor que generaba. En efecto, si uno lo analiza, es un tango con una armonía y una melodía que parecen bastante chotas (que algo sea simple no implica que no pueda ser sutil, profundo y de calidad; por eso puse "chotas"). Tuvo varias letras: la primera parece que es de un tal Alejandro del Campo (un amigo del autor de la música, Gerardo Matos Rodríguez -en adelante "GMR"-), y no tengo idea de qué habla. Cuentan que antes el autor de la música se la encargó nada menos que a Víctor Soliño, pero como este demorara, le transfirió el encargo a del Campo. Hay al menos otras dos letras (la de GMR, "La cumparsa / de miserias sin fin desfila / en torno de aquel ser enfermo / que pronto ha de morir de pena...") y la otra -de Pascual Contursi y Enrique Maroni- más conocida y cuya primera parte está hecha, en vez de sobre la melodía principal, sobre una especie de contracanto parecido a lo que habitualmente tocan ahí los violines ("Si supieras / que aún dentro de mi alma / conservo aquel cariño / que tuve para ti..."). No conozco versiones que aprovechen el lindo efecto contrapuntístico resultante (en la de Gardel apenas se insinúa, al principio, la melodía original). En cuanto a las letras en sí, tampoco son ninguna maravilla, aunque la de Contursi-Maroni no es tan espantosamente trágica.

Cuentan que tuvo un estreno triunfal (como pieza instrumental) en 1916 en el bar La Giralda (que estaba donde hoy está el Palacio Salvo, y en donde han puesto una plaqueta que menciona el hecho) en versión de la orquesta de Roberto Firpo. Parece que ahí se le incorporaron algunos breves fragmentos (de tangos del propio Firpo ¡y hasta de una ópera de Verdi! que sirvieron para rellenar "agujeros" que después quedaron siendo parte de la partitura). Los tangos eran "La gaucha Manuela" y "Curda completa". Los escuché (están en Youtube) y el primero sí, tiene un fragmento muy similar (la parte de "al cotorro abandonado", según la letra más popular); con el segundo, no me doy cuenta. Cabe destacar que es bastante común encontrar fragmentos "compartidos" por distintos tangos. También se puede oír en Youtube una versión de La Cumparsita con la letra de Matos Rodríguez, cantada por Roberto Díaz. Parece que a pesar de su comienzo prometedor, este tango pasó al olvido hasta que lo cantó -con la segunda letra mencionada- Carlos Gardel. Claro, no se puede saber qué habría pasado si Gardel cantaba la letra original. También es cierto que no todos los tangos cantados por el Mago tuvieron la misma suerte. Esta versión es un caso en que, como ya mencionamos, la primera parte se parece poco a las instrumentales, que son por lejos -creo yo- las más representativas. Digo esto porque La Cumparsita que aparece en películas de Hollywood, en dibujos animados, en fiestas de casamiento del oriente de Europa y en donde a usted se le ocurra, es la instrumental, y en general justamente esa parte A (todo el arranque, que vuelve a tocarse al medio y al final) que prácticamente desaparece en las versiones cantadas más conocidas.

Un hecho anecdótico, que no tiene nada que ver, es que el primer tango cantado de la historia (Mi noche triste) es del propio Pascual Contursi (que hoy, sin embargo, probablemente sea más conocido por la expresión "¿qué me contursi?"), y fue estrenado por su autor en el Moulin Rouge de Montevideo, cuyo dueño era el padre del mismísimo GMR. Incluso el propio Gardel estrenó su versión de Mi noche triste en Montevideo. La vida de los tangos tiene más vueltas que un disco de aquellos de 78 RPM, que pesaban como un kilo y medio y giraban rapidísimo.

Bueno, y hay muchos más líos: por ejemplo una venta de los derechos del tango a una editorial argentina por veinte pesos (siendo menor de edad, lo cual fue utilizado en disputas posteriores como argumento de nulidad de dicha venta), así como un largo juicio entre los autores de las distintas versiones de la letra; Matos Rodríguez murió mientras el juicio seguía su curso. Claro, todo eso fue después de que La Cumparsita empezara a amenazar con convertirse en una mina de oro. Como curiosidad, ese juicio, finalmente, fue bastante favorable a los herederos de GMR; sin embargo, actualmente (en que la obra pasó a ser "de dominio público", lo que significa que sus ganancias las cobra el Estado, reinvirtiéndolas en fondos de estímulo a la música), hasta donde sé, todo se lo embolsa el país hermano.

Después de ríen de cuando saltamos mal con el asunto del dulcedeleche (que probablemente no sea uruguayo ni argentino) o del postre "Chajá". Pero volvamos al tema: La Cumparsita. ¿Qué tiene ese tango? ¿Por qué trascendió fronteras y perduró como ningún otro? No hay nada objetivo que pueda atribuírsele en exclusividad. Casi todo está sobre tres acordes, primero, cuarto y quinto grados de una tonalidad menor. La melodía no se despega de esa sencilla armonía. Hay millones de canciones así. No sé, tiene una velocidad especial (tirando a lentona) y la melodía de la parte A (la que no está en las versiones cantadas con la letra "Si supieras...") marca el tiempo de un modo muy insistente. Sí, eso es muy tango, pero solo, no alcanza para explicar nada. Y voy terminando por acá, porque en realidad no tengo la menor idea de cuál es el secreto para explicar (o para crear) un gran éxito musical. Si supiera...

* Músico, científico y escritor. Como músico, además de actuar como solista, ha integrando distintas formaciones, entre las que destacan "Asamblea Ordinaria", "Los Mareados" y la murga La Gran Siete (de la que fue letrista arreglador y director entre 1987 y 2015). A nivel académico es Oceanógrafo, Doctor en Biología y profesor de la Facultad de Ciencias (UDELAR). Como escritor ha publicado: "Sin disfraz. La murga vista de adentro" (Ediciones del TUMP, 1998, en coautoría con Edú Lombardo), "Cual retazo de los suelos" (Trilce, 2005) y acaba de publicar su primer libro de ficción: "Té de benteveo" (Criatura Editora, 2016).

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