Foto: escena del audiovisual "Poné tus ideas al Frente", (2014)
“Construir un programa que le permita a la clase obrera luchar a la luz de las nuevas condiciones del capitalismo contemporáneo para así poder aumentar el nivel de conciencia, de solidaridad y convicción canalizando en pro de la ruptura con el sistema el potencial que poseen”. Responde a nuestro cuestionario Cecilia Vercellino Dessent, integrante de ADES y del Frente Sindical León Duarte(1).
Hemisferio Izquierdo (HI): Son varias las señales que indican que estamos llegando a un nuevo escenario pautado por el fin de las premisas materiales que permitieron el “pacto distributivo” de los últimos 10 años. ¿Cómo lo encuentra al movimiento sindical?
Cecilia Vercellino (CV)- Creo que el Movimiento Sindical, y sobre todo su dirección, se encuentra subordinado al gobierno. El movimiento independiente de la clase obrera fue interrumpido temporalmente por la desesperación de algunos por proteger al gobierno que integran, con menor capacidad de movilización real y efectiva, fruto en gran parte de esta subordinación que se viene desarrollando desde hace años.
Cuando convocás a exponer en un encuentro de Sindicatos de América (el ESNA) al Ministro que se encarga entre otras cosas de establecer medidas represivas y abusivas contra los trabajadores (en el “taller” de derecho a huelga, derecho que se encuentra cuestionado a nivel internacional por las patronales), cuando resolvés que el Presidente de la República inaugure el congreso de trabajadores, estás queriendo defender y cuidar elementos del gobierno en vez de defender los intereses y necesidades de quienes representas.
Cuando salís de una reunión con el presidente diciendo que fue muy positiva porque se comprometen a dar visto bueno a leyes (que además no fueron elaboradas por el ejecutivo), sabiendo que está resuelto a partir de las medidas económicas anunciadas, y con una clara crisis del capitalismo en ciernes, que dicha crisis la paguen los trabajadores, estás diciendo, implícitamente, que no vamos a luchar, estás estableciendo tácitamente que no vamos a intentar cambiar nada, que no vas a generar las condiciones de fuerza para presionar y lograr que se reconozcan nuestras exigencias: romper la pauta salarial del gobierno, elemento fundamental para los trabajadores y el país desde una mirada alternativa a la salida de la crisis, que no consiste en hacer paros aislados sino en un plan de lucha capaz de revertir esa decisión.
Dirigentes de la convención y de la gran mayoría de los sindicatos forman parte de la fuerza política del gobierno, y esto está bien hasta cierto punto. El problema se genera cuando se pierde la independencia de clase sin siquiera hacer balance o evaluar qué incidencia tuvo el estar en esos cargos. Pierden la independencia de clase cuando la lealtad es con el gobierno y no con los trabajadores, cuando quieren evitar conflictos y cuando se les dice a los trabajadores que confíen en lo establecido, cuando fomentan expectativas al afirmar el supuesto avance de cambios y la continuación de las trasformaciones.
Estos ejemplos de decisiones y acciones se presentan como reglas rectoras de la política del PIT-CNT y crean, a nuestro juicio, una confusión formidable que genera retroceso en lo que se supone es nuestro fin último, la construcción de una sociedad alternativa que trascienda el capitalismo, que destruya al estado burgués y genere otra cosa en el proceso.
Una sociedad alternativa implica personas con cabeza crítica, independientes de los gobiernos administradores del capitalismo. Lo que hoy ocurre se explica en parte por haber perdido 10 años de avanzar en la formación y consolidación de esa masa crítica, a pesar de haber tenido mayores garantías y mejores condiciones materiales objetivas. Si yo crecí en conciencia (no solo en afiliados), consolido una clase obrera combativa que evita o resiste firmemente los desafíos que el capitalismo plantea permanentemente, pero en lugar de eso, vemos que se continúa eludiendo con empeño la discusión del problema de fondo, con actitud hostil hacia quienes plantean críticas en la interna y reclaman acciones claras y contundentes del movimiento que organiza a los trabajadores. Aun así la lucha real y decisiva aún está por delante.
HI- ¿Hay que repensar el movimiento obrero uruguayo? ¿En qué dirección?
CV- El movimiento obrero no se puede repensar, es lo que es, lo que hay que repensar en todo caso son las herramientas e instrumentos y el uso que se hace de ellas. Repensar a partir del análisis y estudio, cómo plantear las reivindicaciones, en qué sentido la acumulación política, democratizar los sindicatos aprovechando las nuevas formas y posibilidades de elaboración y difusión con nuevas características que respondan sí a las nuevas o distintas formas que adquieren la masa trabajadora a partir de la caracterización de la nueva división del trabajo, leer la nueva composición de la clase trabajadora, fruto del desarrollo capitalista que configura nuevas relaciones y nuevos trabajadores con particularidades.
Hay que ajustar las estrategias a la realidad de la clase trabajadora actual, que quizás ya no es el clásico obrero de fábricas fordistas, pero si bien esto ya no es así por lo menos en nuestro país, sigue siendo en otras partes del mundo y sigue siendo característico del movimiento obrero el hecho de ser el protagonista fundamental de la explotación del capital. Acá ya no hay grandes fábricas pero ¿las hay en el resto del mundo donde se producen los zapatos y objetos que todos usamos? Habrá que establecer, construir un programa que le permita a la clase obrera luchar a la luz de las nuevas condiciones del capitalismo contemporáneo para así poder aumentar el nivel de conciencia, de solidaridad y convicción canalizando en pro de la ruptura con el sistema el potencial que poseen.
HI- En un registro político-estratégico, que contemple problemas como la disputa por el poder, la acumulación de fuerzas y las formas de organización económica y apropiación del excedente, ¿qué papel tiene para jugar el PIT-CNT?
CV- Para disputar poder y cuestionar decisiones tenés que acumular fuerzas, y modificar la correlación de fuerzas existentes que te permitan presionar y modificar las posiciones y resoluciones de quienes detentan el poder de gobierno.
La correlación de fuerzas cambia a largo plazo, no se consolida una sociedad alternativa si no empezamos en algún momento a construirla. En este marco creo que las posibilidades son acotadas porque lo necesario no se vislumbra. Repensar prácticas que terminan llevando a la burocratización, repensar el lugar que ocupan los dirigentes repensar que se habilite a realizar carrera política a partir de dirigir sindicatos. El papel que debería jugar es el de agudización de la lucha de clases como forma de poner a la vista las contradicciones, y que esto no se resuelve ni con un paro ni “votando bien”.
En este contexto, la revolución y los cambios profundos y estructurales no son una posibilidad real en el corto plazo a partir del desarrollo de políticas como las que están planteadas, y confundir disputa por el poder con el acceder a cargos en el poder político partidario, en la administración del capitalismo… es complejo y difícil de entender por los trabajadores en una perspectiva más amplia.
Ojo, capaz no nos damos cuenta y el MTSS firmando con las patronales es una vía de avance hacia el socialismo…
(1) Cecilia Vercellino tiene 28 años, es docente de biología egresada del IPA con posgrado en Evaluación de los Aprendizajes. Educadora sexual y Referente en Educación Sexual de Secundaria. Integrante de ADES, militante del Partido por la Victoria del Pueblo e integrante del Frente Sindical León Duarte, con responsabilidades en la elaboración del boletín sindical y de cursos de formación. Recientemente electa al Comité Central del PVP.